Los viajes como escuela

Escribo esto en un asiento de autobús mientras cruzo el estado de Michoacán, puedo ver el lago de Cuitzeo por la ventana.

Siempre me ha gustado el discurso de Steve Jobs para los graduados de la Universidad de Stanford (2005). Habla de cómo una persona vive distintas experiencias a lo largo de su vida y que en algún punto sabiéndolo o no, estas experiencias se convertirán en parte de su personalidad, su carrera y su talento.

En su discurso, hace una comparación entre las experiencias vividas y el juego que aún tienen algunas revistas de unir una serie de puntos que a primera vista no tienen relación o forma, pero que al unirlos, crean una figura específica.

Habla por ejemplo de cómo algunos cursos de caligrafía que cursó de joven y que nada tenían qué ver con su carrera o su vida práctica, lo ayudaron a crear las tipografías en los procesadores de texto de las primeras computadoras Macintosh que se convertirían en una herramienta invaluable para todo el mundo.

Cada viaje tiene el potencial de crear éstos puntos que en el futuro, serán invaluables.

Los viajes, se pueden convertir en una poderosa herramienta de crecimiento profesional, estoy más que convencido. He llegado a un punto de mi vida en donde he comenzado a unir algunos puntos y aquellas experiencias que en su momento parecían sólo arrebatos o caprichos, ahora forman parte de mi bagaje cultural y profesional.

Viajar nos permite exponernos a otras realidades y contextos, en ocasiones viajar nos lleva a los límites de la comodidad y la paciencia, nos sitúa frente a la toma de decisiones y al asombro de los encuentros y todo esto nos permite desarrollar nuevas capacidades como persona s y como profesionales, desde la empatía necesaria para trabajar en equipo, hasta habilidades más específicas y técnicas como manejo de presupuestos, logística, redacción, lenguajes.

Para transformar un viaje en un “punto”, debe de haber un propósito, y éste propósito puede ser tan variado como la vocación de cada persona. Viajar con propósito es uno de los pilares del turismo sostenible y esto implica investigar el lugar que se visita, conocer su historia y ser curioso para entender cuál es la cultura del lugar, qué puede ofrecernos un territorio desde su patrimonio biocultural y sobre todo, cómo podemos generar encuentros profundos en el mismo viaje, para nosotros y para los demás.

Es importante identificar qué habilidad, talento o área de la vida personal o profesional podemos desarrollar. Puede ser la habilidad de narrar y contar historias, la fotografía, un arte, un oficio, la habilidad de meditar, de la paciencia, la tolerancia o la capacidad de liderazgo. Tal vez en el momento no parezca una lección específica, pero reflexionar las anécdotas o cosechar, siempre es útil para éste propósito.

Una de las grandes ventajas de los viajes con propósito es que al ser un viajero consciente, uno recibe la empatía de los anfitriones locales, que están más dispuestos a compartir su territorio, cultura, técnicas e historia.

Imagínense por ejemplo a un diseñador que quiere emprender un viaje para conocer técnicas y estilos de ilustración, un buen ejercicio sería visitar Oaxaca y recorrer las galerías y los talleres de grabado, conversar con los artistas y con suerte, alguna de éstas personas puede compartir sus conocimientos y experiencia y a la vez, el viajero podría llevar su inspiración, sus técnicas y su experiencia a los artistas locales.

Es importante tener la disciplina para recapitular o sistematizar lo aprendido, a través de la práctica, la escritura, por medio de un diario o a través de fotografías i otro tipo de evidencia.

Yo busco hacerlo de distintas formas, escribir es una de ellas pero también a través de la

fotografía. Éstos dos ejercicios me ayudan a mejorar mi habilidad para contar historias (Storytelling), que es una herramienta profesional que puede usarse en casi cualquier ámbito.

Cuando viajo por trabajo con un propósito profesional más específico, procuro hacer fichas, documentos, mapas y directorios de los destinos que visito, pues en algún momento, esto puede convertirse en experiencias y destinos qué visitar con nuestras empresas: Dopamina Travel y Ruta Origen.

La frase cursi de: “Los viajes son el único gasto que te hace más rico”, es cierta. Sólo hay qué buscar el viaje y el propósito correcto y con el tiempo, los puntos comenzarán a tomar forma.

¿Alguien de ustedes siente que haya logrado aprovechar sus viajes como preparación profesional?¿Qué habilidades han desarrollado? Me gustaría leerlo en los comentarios.

Les dejo el link al discurso de Steve Jobs: https://www.youtube.com/watch?v=UF8uR6Z6KLc