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Cariño:
1. m. Inclinación de amor o buen afecto que se siente hacia alguien o algo.
3. m. Añoranza, nostalgia.
4. m. Esmero o afición con que se hace una labor o se trata una cosa.
5. m. Regalo, obsequio.
Aunque la pregunta no es retórica ni filosófica, responde bien al propósito. El cariño, además de lo definido por la RAE con anterioridad es un lugar, un lugar físico, un espacio con código postal, es además un proyecto, un legado, una escuela y un sueño de transformación.
Vengo de una cepa idealista, que siempre ha buscado dejar el lugar mejor de como lo encontramos. A través de la educación, el deporte, el arte, yo y mis antepasados hemos buscado dejar un legado de bienestar, salud, desarrollo y aprendizaje. Crecí entre libros, encuentros, ideas de desarrollo, academia, ideas de que las personas y su entorno siempre pueden mejorar. Crecí entre quijotes.
El caso de mi padre es excepcional, dedicado toda su vida a la educación y el desarrollo, hace unos quince años decidió comenzar un proyecto que busca la educación, la consciencia, el mejor vivir y el desarrollo sostenible: Este proyecto se podría definir como una estancia de campo que promueve la educación, el bienestar y el desarrollo sostenible comunitario a través de la agricultura, la arquitectura, la enseñanza y la práctica del bienestar.
El Cariño es el nombre del ejido donde se ubica ésta estancia del mismo nombre un terreno en el cual se encuentran distintos espacios dedicados al bienestar y el aprendizaje. Ubicado en la laguna de Durango, a unos minutos de Torreón. Cuenta con el casco principal, una casa hecha con arquitectura bioclimática, dos habitaciones de hospedaje hechas con adobe, espacio para camping, un spa con Temazcal, piscina de reflexología, salones para talleres y varios huertos frutales y hortalizas.
Durante todos estos años, ha desarrollado cursos, talleres y eventos para compartir con la gente de la región las mejores prácticas para cultivar alimentos en casa, construir de forma más amigable con el entorno y sus recursos y a practicar el bienestar en un entorno de naturaleza.
Mis comienzos profesionales en el mundo de la sostenibilidad y la permacultura tuvieron sus inicios en este lugar, cuando comenzamos a estudiar sobre permacultura y diseñamos algunos cursos y talleres, construimos adobes, montamos camas elevadas para hacer nuestros huertos y hasta algo de carpintería con material recuperado.
El proyecto es la encarnación tangible de los enormes retos que implica emprender y habitar en el desierto. Construido y administrado con recursos propios le permite tener al proyecto una enorme resiliencia pero también los retos que implica el flujo de recursos y la generación de fuentes de ingresos, la falta de agua es un reto mayor que afecta no sólo al ejido, sino a toda la región de la laguna y desafortunadamente a cada vez más regiones en México, la falta de agua en ocasiones implica retos extra para la producción y atención a los huertos y hortalizas, los proyectos de construcción y el funcionamiento óptimo de todo el proyecto. Sin embargo, tanto mi padre como miles de otros laguneros han sabido aprovechar cada recurso y hacer florecer el desierto.
El espacio está abierto para distintas actividades, desde un fin de semana de contacto con la naturaleza y el bienestar en el spa y los espacios de la hacienda, hasta la oferta y ejecución de talleres de educación relacionados a la sostenibilidad, la permacultura, la autosuficiencia alimentaria y otros temas relevantes. El espacio, concebido como un sitio de aprendizaje, está diseñado para vivir experiencias vivenciales que promuevan el desarrollo.
Si les interesa saber más sobre El Cariño o visitar el lugar, pueden escribirme y con gusto los contacto: Temazcal, Spa, cursos y talleres, el lugar está abierto a propuestas.
